Lamucca de Prado ocupa desde 2010 el local que albergaba el célebre Café del Prado, un mítico restaurante del centro de Madrid.
Entre la calle del Prado y La calle León, se inauguraba en 1870 un café con dos puertas, una por la calle del León y otra por la del Prado, que se adornaba con pinturas de bucólicos camareros-ángeles en los techos. Al estar en un barrio tan literario, El Barrio de las Letras, pronto se convertiría en sitio de reunión de escritores como Gustavo Adolfo Bécquer (que escribió aquí parte de sus “Rimas y Leyendas”), Marcelino Menéndez Pelayo y Santiago Ramón y Cajal quien, sentado en una mesa del fondo, escribía en soledad sus “Charlas de café”. Luis Buñuel, Federico García Lorca, Benjamín Jarnés, Humberto Pérez de la Osa y Rafael Barradas, también hicieron del café del Prado su lugar de encuentro durante los años 20 del siglo XX. Célebres clientes, como célebre acabó siendo el malhumorado camarero Dionisio, que al saludo ¡¿Qué hay?! Contestaba siempre “Mucho mal, y mal repartido…”
Lamucca de Prado ya no es un café de tertulia literaria (aunque inspira buenos relatos) pero sigue siendo un restaurante de referencia en Madrid para el artisteo y el mundo cultural, tan amigo de reunirse en el Barrio de las Letras. Turistas, congresistas, actores, parejitas… nos sentimos muy orgullosos de haber recibido tantas y tan agradables visitas.
Gracias a todos los que nos habéis acompañado en estos años y gracias a todo el equipo de Lamucca de Prado, que ha dejado el gesto hostil del camarero Dionisio para ofrecer siempre la mejor de sus sonrisas y todo el cariño que nuestros clientes se merecen.